· Traducción del cuento la princesa y la rana, hecha por Ricardo, muchas gracias y comparto.
Vivía hace mucho tiempo un rey que tenía
siete hijas hermosas y era su hija menor la más bella. ( literalmente: Vivió en
un tiempo antiguo un rey que tenía.....y era su hija menor la mayor en cuanto a
belleza.)
A esta princesa le encantaba uno de sus
juguetes más que los otros juguetes que tenía. Y era ese juguete una pelota de
oro ( o dorada) y todos los días pasaba muchas horas lanzándola hacia arriba
(hacia el aire) y después la cogía ( la atrapaba en sus manos).
Segunda página.
Había cerca del castillo del rey un bosque
muy grande dotado de espesos( frondosos) árboles y había en uno de los extremos
del bosque un estanque profundo sombreado bajo uno de los árboles grandes.
Y le gustaba ( les hacía feliz) a la gente
descansar allí en los días calurosos bajo la sombra fresca de aquel árbol cerca
del estanque. E iba la princesita muchas veces a jugar allí sola.
Página tercera.
Era costumbre de la princesita correr sobre
la hierba cerca del estanque y lanzar su pelota dorada hacia arriba y después
cogerla. Y un día (literalmente: y uno de los días) lanzó su pelota, pero no
volvió a sus manos ( en dual) extendidas (para recoger la pelota), sino que
cayó sobre la hierba y después saltó al estanque y salpicó mucha agua.
Cuarta página
No podía la princesa imaginarse que había
perdido su pelota dorada, por ello lloró y cada vez que pensaba en la pérdida
de su juguete apreciado, se incrementaba su llanto y se elevaba su gemido.
Y mientras lloraba la princesa, escuchó una
voz que le decía: " Por qué lloras, princesita? Qué te ha sucedido?"
Página Quinta
Alzó la princesa su cabeza para ver quién
le hablaba, pero no pudo ver a nadie cerca de ella y no había allí (nada)
excepto ( si no)una rana sobre la orilla del estanque. Y le dijo a la rana:
"Lloro porque mi preciosa pelota dorada se cayó en este profundo
estanque."
Página sexta
Y le dijo la rana:"No llores! Yo puedo
ayudarte a conseguir tu pelota, pero qué me darás si te la encuentro?" Y
le respondió la princesa:"Te daré cualquier cosa que pidas. Te puedes
quedar (literalmente coger mi ropa) con mi ropa o mis joyas o incluso mi corona
de oro si puedes devolverme mi pelota."
Página séptima
Y le respondió la rana:"No quiero tu
ropa, ni tus joyas ni incluso tu corona. Quiero que me ames. Quiero que me
hagas tu amigo y jugar contigo. Me gustaría sentarme a tu lado a la mesa(para
comer) y comer de tu plato dorado, y beber de tu vaso de oro y quiero dormir en
tu lecho junto a ti.
Página Octava
Y continuó la rana hablándole a la
princesa:" Si me prometes cumplir estos deseos míos (mencionados en la
página anterior), me sumergiré en el estanque y te traeré ( construido el verbo
traer en ماضي porque se trata de una condicional posible) tu pelota. Me lo
prometes?"
Pensaba la princesa ( mejor traducir el
ماضي en imperfecto español: pensaba) que la conversación de la rana eran
palabras( el original en singular) vanas y era su deseo de conseguir
(recuperar) su pelota muy fuerte. Por eso, le dijo:" Sí, te prometo hacer
(llevar a cabo) todo lo que pediste con la condición de que encuentres mi
pelota dorada.
Y cuando escuchó la rana estas palabras, se
sumergió en el estanque.
Página novena
Se sumergió la rana hasta lo más profundo
del estanque y regresó rápidamente nadando (سابحا es un participio presente
predicativo de sujeto, por eso va en caso acusativo del verbo nadar سبح) con la
pelota dorada en su boca.
Lanzó la pelota sobre la hierba. La alegría
de la princesa era enorme cuando vio su juguete apreciado por segunda vez. Así
lo recogió y se rio de gozo mientras la lanzaba al aire y la cogía una vez tras
otra.
Página décima
Después, le dio la espalda a la rana
(literalmente giró su espalda a la rana) y al estanque y corrió por el bosque
en dirección ( otro acusativo predicativo de sujeto متجهةً del verbo dirigirse
hacia un lugar que en árabe es اتجه) al castillo de su padre.
Y croaba la pobre ranita diciendo: "
Espérame! No puedo correr con la velocidad con la que tú corres!" Y empezó
a saltar detrás de la princesa intentando (otro acusativo predicativo del verbo
intentar en masculino porque complementa a la rana que en este caso es masculino)
alcanzarla. Pero la princesa siguió corriendo (su carrera).
Página undécima
Estaba la joven princesa al día siguiente
sentada a la mesa para tomar su almuerzo con el rey y señores de su séquito y
con las otras princesas y mientras estaba comiendo de su platito dorado, se
abrió paso la rana hasta el salón mayor del palacio, después de saltar sobre la
escalinata de mármol peldaño a peldaño y después de llamar a la puerta del
comedor mientras gritaba: "Princesita! Ábreme la puerta!"
Página 12
Corrió la princesa hacia la puerta para ver
quién la llamaba y cuando vio que era la rana tuvo miedo (se asustó, receló)
por lo que cerró la puerta con rapidez dando una voz fuerte (literlmte y con
una voz fuerte) y volvió a su sitio en la mesa.
Vio el rey a su hija temerosa ( acusativo
por ser predicativo de objeto directo) y le preguntó:" Qué te asustó,
hijita mía? Hay fuera un demonio que te quiera secuestrar?"
Página 13
Y le respondió la princesa:" No, amado
padre! No hay fuera un demonio si no una rana repugnante y sucia."
Y le preguntó el rey:" Y qué quiere la
rana de ti?"
Después, le informó la princesa a su padre
de lo que ocurrió en el bosque el día anterior y le dijo:" Le prometí que
le permitiría vivir conmigo, pero nunca pensé que ella recorriera esta
distancia grande lejos del estanque (del agua).
Página 14
Y precisamemente en ese momento, se oyó (en
pasiva el verbo transitivo oir) un segundo golpe en la puerta y una voz que
gritaba:" Princesita! Escucha mi llamada. Acuérdate de cuando perdiste tu
pelota dorada mientras jugabas sola junto al estanque y acuérdate de cuando me
sumergí en el agua fría para encontrar tu pelota y devolvértela y ahora te
suplico que recuerdes tu promesa y me dejes vivir contigo."
Página 15
Y le dijo el rey a su hija:" Cuando
una persona (literalmente el ser humano) promete (algo), tiene que cumplirlo
(cumplir su promesa). Ve y abre la puerta!"
Y fue la princesita a la puerta y la abrió.
Y cuando volvió a su asiento, saltaba la rana tras ella y le dijo a la princesa
después de que ésta se sentara: " Te suplico que me pongas a tu lado sobre
la mesa."
Pero vaciló la princesa en cumplir el deseo
de la rana, pero su padre le ordenó que satisfaciera su petición.
Página 16
Y cuando la rana se colocó sobre la mesa,
le dijo a la princesa: “ Te ruego que me acerques tu platito dorado para que
comamos juntas de él.”
Acercó la rana el plato contra su voluntad
(a pesar de que no quería), pero no tocó su comida si no un poquito, y daba la
impresión (parecía) que cada bocado que daba estaba a punto de ahogarla. En
cuanto a la rana, encontraba una exquisitez en cada bocado que tomaba.
Página 17
Y cuando la rana terminó de comer (su
comida), se dirigió (con la mirada) a la princesa y le dijo:
“Ahora, estoy cansada. Por ello, te ruego
que me lleves a tu habitación para que durmamos en tu camita de seda.” Y cuando
escuchó la princesa eso, las lágrimas brotaron repentinamente (literalmente
estallaron) de sus ojos. No le gustaría tocar a la ranita fría y no podía
imaginársela junto a ella en su cama.
Página 18
Después se enfadó el rey y le dijo a su
hija con aspereza (con acritud): “Si alguien te ayuda cuando te encuentras en
un apuro (aprieto, problema), no puedes después (de eso, es decir, de que te
hayan ayudado) ignorarlo y darle la espalda (girar la espalda a alguien). Lleva
la rana a tu habitación contigo.”
Y no le quedó más remedio a la princesa que
cogerla y llevársela a su habitación.
Página 19
La colocó en una esquina de la habitación,
lejos de su cama. Después se durmió y le dio la espalda a la rana. Pero habló
la rana por segunda vez con una voz fuerte y dijo (diciendo, acusativo por ser
predicativo de sujeto): “Yo también estoy cansada y quiero dormir junto a ti
sobre las sábanas de seda. Te ruego que me cojas (que me levantes del suelo
literal).”
Página 20
Y lloró la princesa por segunda vez, pero la
rana continuó con su discurso diciendo: “Si no me llevas a tu cama, me quejaré
a tu padre el rey de ti.”
Sabía la princesa que no le quedaba más
remedio que ( que tenía que….) satisfacer la petición de la rana porque su
padre le insistiría en cumplir con su promesa. Por eso, cogió la rana y volvió
con ella a la cama y la colocó sobre la almohada de seda junto a ella mientras
las lágrimas se derramaban por sus mejillas.
Página 21
Y apenas había hecho eso la princesa,
cuando la rana se transformó en un príncipe hermoso y aparecía en su rostro una
dulce sonrisa que cautivó a la princesa estupefacta (sorprendida).
Después, le contó a la princesa de cómo una
bruja malvada le había encantado y le había convertido en rana y de cómo el
hechizo no desaparecería a menos que una princesa hermosa lo tomara como
compañero, viviera , durmiera y comiera con ella.
Página 22
Y le contó el príncipe cómo él la observaba
muchas veces mientras jugaba con su pelota dorada en el bosque y cómo la amaba.
Después le dijo a la princesa: “¡Amada
princesa! ¿Me aceptas como esposo?”
Y le miró la princesa su cara amable y
aceptó lo que le proponía.
Página 23
Después, puso su mano sobre la de ella y marcharon
junto al rey para informarle de lo que les había acontecido. Y al día
siguiente, viajaron en una carroza tirada por seis caballos blancos hacia el
reino del padre del príncipe.
Y cuando llegaron a él, celebraron mucho
(con una gran celebración) el retorno del príncipe, al cual no veían desde
hacía muchos años.
Página 24
Y se casó el príncipe con la princesa tras
eso, y vivieron con alegría el resto de sus vidas. Y la princesa conservó
(guardó) su pelotita dorada en el palacio metiéndola en un estuche (cajita) de
cristal personal sobre una almohada de color púrpura.
2 comentarios:
¡Muchisimas gracias, por el texto en español!
¿Sabes si existe el texto en árabe? Es decir una versión digital.
Lo busqué por la web, pero no lo encontré, lo siento
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