Traducido por Ricardo
PÁGINA 8
Era el señor Sharil un hombre tierno de corazón y le habló a Ramsi con
amabilidad. Y escuchó su historia. Después le dijo:
- “ Si hubiera un trabajo que quisieras, puedes trabajar en mi casa y ayudar a la
cocinera.”
Después, el señor Sharil le pidió a la cocinera que hiciera entrar al chico, le
diera de comer y le buscara ropa nueva.
La alegría de Ramsi era tan grande que encontró con dificultad las palabras de
agradecimiento para el señor Sharil . (literalmente: la alegría del chico era muy
grande de tal modo que pudo encontrar con dificultad las palabras con las que le
dio las gracias al señor Sharil).
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