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Y cuando entró el carro con ellos dos en la ciudad de Londres, empezó Ramsi a mirar a su
alrededor (lo que estaba a su alrededor) maravillado (predicativo de sujeto, por eso en
acusativo).
En primer lugar, le llamó la atención (le sorprendió) ver a tanta gente (literal, un número
grande de gente) que estaban en las calles. No había visto hasta entonces (antes de ese
momento) tantas personas (muchas personas) en esta magnitud (cantidad) durante toda su
vida. Después, se maravilló de ver todas aquellas iglesias preciosas y las tiendas y las casas.
Y cuando se recuperó Ramsi de su primera impresión (literal, cuando terminó de esta
primera impresión al ver la magnificencia de la ciudad, o cuando se le pasó esta primera
impresión), empezó a buscar las calles que estaban pavimentadas de oro. Pero no pudo
encontrarlas por ningún lugar.
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